Colegio de Microbiólogos y Químicos Clínicos de Costa Rica

Por: Dr. Jorge Alvarado Alvarado, Junta Directiva 2002-2003. Tomado de la revista del Colegio de Microbiólogos y Químicos Clínicos, volumen 9, número 1, del año 2003.
ANTECEDENTES HISTORICOS

En los inicios del siglo XIX el quehacer microbiológico en nuestro país estaba en las manos de algunos pocos profesionales en medicina y farmacia, cuya formación en universidades especialmente europeas, los facultaba para el ejercicio en esta área de medicina del laboratorio en Patología Clínica.

Con la transformación de la Casa de Enseñanza de Santo Tomás (fundada en 1814), en la Universidad de Santo Tomás en 1843, se inicia en nuestro país la formación de profesionales en las carreras de Derecho, Agronomía, Bellas Artes y Farmacia, teniendo estos últimos como parte de sus funciones el trabajo microbiológico de diagnóstico clínico.

Por razones de orden político, económico y académico, en 1888 se decide clausurar la Universidad de Santo Tomás, continuando en funciones de forma independiente la formación de los profesionales en Derecho, Agronomía, Bellas Artes y Farmacia hasta el año de 1940, cuando el Dr. Rafael Ángel Calderón Guardia, Presidente de la República, crea la Universidad de Costa Rica, mediante el decreto de Ley Nº362 del 26 de agosto de ese año.

Para el año 1913, con el regreso al país del Dr. Clodomiro Picado Twight, el trabajo en los laboratorios clínicos en Costa Rica, va aumentando la necesidad de contar con profesionales capacitados en esta importantísima área de la salud humana como un primordial apoyo para el diagnóstico clínico de las enfermedades más comunes en la población de ese tiempo. Con su conocimiento y formación en los laboratorios de los más importantes centros científicos franceses, el Dr. Picado es nombrado por la Junta de Caridad de San José, como director del nuevo laboratorio clínico del Hospital San Juan de Dios. Es así como desde ese año, el Dr. Picado se dedica al ordenamiento de este laboratorio y asume la tarea de entrenar a un equipo humano con los métodos que él adquirió en Francia, capaz de desempeñarse profesionalmente en el área del diagnóstico clínico, de la investigación científica y del desarrollo tecnológico de esa época.

El Dr. Picado estructuró el laboratorio clínico del Hospital San Juan de Dios en varias secciones: Bacteriología, Parasitología, Química Clínica, Serología y Hematología

La formación del personal del laboratorio en estas áreas vino a constituirse en la base del programa que desarrolló en el futuro para la formación de los profesionales en Microbiología. De este modo puede decirse que debemos al Dr. Clodomiro Picado el perfil que tomó el profesional en Microbiología y Química Clínica.

La Universidad de Costa Rica abre sus puertas por primera vez en 1941, año en el cual también se inaugura la Escuela de Ciencias, que incluía la enseñanza de las Ciencias Biológicas y las Ciencias Fisicomatemáticas, pero con un carácter similar a la Escuela Normal de Costa Rica para la formación de profesores de segunda enseñanza en estas áreas.

La formación de los profesionales para el trabajo en los laboratorios clínicos seguía a cargo del Dr. Picado en el Laboratorio Clínico del Hospital San Juan de Dios. Ya para el año 1946, dos años después de la muerte del Dr. Picado, el cuerpo médico nacional presiona por la necesidad de contar con más profesionales en los laboratorios clínicos; y es gracias a la iniciativa de varios estudiantes de la Facultad de Ciencias, algunos de ellos con una formación en el laboratorio clínico del Hospital San Juan de Dios y con el apoyo del Decano de la Facultad de Ciencias, Dr. Luis González González y del Dr. Rector de la Universidad, Lic. Fernando Baudrit Solera, se da inicio a la creación de la Sección de Bacteriología de la Escuela de Ciencias.

La estructuración de la Sección de Bacteriología fundada en el año 1947, adquirió la misma forma que estableció el Dr. Picado en el Laboratorio Clínico del Hospital San Juan de Dios, ya que éste se constituiría desde esta fecha en el principal centro de enseñanza práctica para los nuevos profesionales universitarios. En los dos años siguientes, tanto estudiantes como profesores se dedicaron de lleno al estudio y reforma de los nuevos planes de estudios de la carrera de los profesionales en laboratorio clínico (llamado Bacteriología en este tiempo), y también a la búsqueda de nuevos profesores que se hicieran cargo de las cátedras de Bacteriología, Serología, Parasitología, Química Biológica y Hematología.

Ya desde 1913 con el valioso aporte del Dr. Clodomiro Picado en la formación del personal técnico para el trabajo en el diagnóstico de laboratorio clínico y con la presencia en nuestra Costa Rica de aquella época de profesionales en Microbiología graduados en el exterior, nació la Asociación Nacional de Bacteriólogos. No se precisa la fecha en que se constituyó esta Asociación que amparaba a todos los trabajadores del área de laboratorio clínico, tanto técnicos como profesionales, preocupados por el trabajo responsable y ético en el laboratorio clínico. Gracias a su interés y dedicación por la microbiología, los miembros de la Asociación, junto con los estudiantes universitarios de la nueva carrera, deciden crear un colegio profesional que se albergue a todos los profesionales del área, para regular y garantizar el ejercicio profesional de esta nueva profesión, de tal forma que le garantice al cuerpo médico nacional y a la población en general, un diagnóstico de laboratorio certero y confiable.

El 25 de octubre de 1949 se crea el Colegio de Microbiólogos, por decreto Nº771 de la Junta Fundadora de la Segunda República, presidida por don José Figueres Ferrer y firmado también por los siguientes miembros de esta Junta Fundadora: F. Valverde; Gonzalo J. Facio; F.J. Orlich; U. Gámez Solano; R. Blanco Cervantes; Bruce Masís D.; Rev. Benjamín Núñez V. y Alberto F. Cañas por el Secretario General de la Junta.

Casi un año después de su creación se realiza la primera Asamblea General del Colegio de Microbiólogos el 6 de setiembre de 1950, utilizando como sede el Colegio de Farmacéuticos, ubicado en el edificio Musmani. La primera Junta Directiva del Colegio de Microbiólogos fue presidida por el Lic. Raúl Coto Garbanzo; los otros integrantes fueron: Lic. Manuel Picado, secretario; Lic. Gonzalo Castro Vargas, tesorero; Lic. Hernán Badilla, vocal; Lic. Alvaro Leiva, vocal; Lic. Alfonso Rojas, vocal y Lic. Arnoldo Castro, fiscal.

Esta primera asamblea general del Colegio de Microbiólogos revistió especial importancia (a pesar de que no figura como la inaugural), ya que fue convocada por los miembros a instancia del secretario del Consejo Universitario, como consulta para decidir el nombre que debería tener el título de los egresados de la Sección de Bacteriología (que en estos años se convirtió en la Sección de Microbiología) de la Facultad de Ciencias. El primer nombre que surgió a instancias del Lic. Marcelino Coto, Decano de la Facultad de Ciencias fue el de Químico Microbiólogo, debido a que los estudiantes de esta carrera debían cursar muchos cursos de Química.

Los señores Porfirio Valverde y Carlos Tassara (hijo), representantes de la Asociación de Estudiantes de la Sección de Microbiología, proponen adoptar un nombre similar y que es el otorgado en México a estos profesionales: Químico Bacteriólogo Parasitólogo. En esta sesión no se llega a ningún acuerdo al respecto y se decide dejar la discusión para la siguiente reunión el 14 de setiembre de 1950; sin embargo no hay registro de esta reunión.

El 29 de setiembre de 1950 a las 7 y 45 de la noche, en el anfiteatro del Colegio de Médicos y Cirujanos se realiza oficialmente la Asamblea Inaugural del Colegio de Microbiólogos, acto en el que se contó con la presencia de importantes representantes de la Universidad, entre los que se destacan: Sr. Fernando Baudrit, Rector de la Universidad; Lic. Gonzalo González, Decano de la Facultad de Farmacia; Lic. Marcelino Coto, Decano de la Facultad de Ciencias, Ing. Luis González, Exdecano de la Facultad de Ciencias; profesor Uladislao Gámez Solano, Secretario General de la Universidad.

En este acto inaugural se procedió a juramentar a los primeros miembros fundadores del Colegio de Microbiólogos, muchos de los cuales habían sido formados en el laboratorio clínico del Hospital San Juan de Dios, algunos otros eran profesionales graduados en Universidades extranjeras y otros más que hasta ese momento tenían el permiso de ejercer en el país la Bacteriología y Análisis Clínicos de Laboratorio (esta autorización la extendía la Escuela de Medicina o el Colegio de Médicos y Cirujanos de Costa Rica). Es importante señalar que también fue en esta sesión inaugural del Colegio de Microbiólogos en que se nombró por unanimidad como Miembro Honorario al Dr. Clodomiro Picado Twight y se declararon como miembros del Colegio a los Licenciados Luis Bolaños E. y Rafael Calvo León, ya fallecidos.

Los miembros fundadores del Colegio de Microbiólogos juramentados el 29 de setiembre de 1950 fueron:

          Lic. Carlos Francisco Arias.

          Lic. Lauderlina Longhi G.

          Lic. Hernán Badilla H.

          Lic. Manuel A. Martínez M.

          Lic. Rodrigo Brenes F.

          Lic. Marco Tulio Núñez B.

          Lic. Raúl Canessa.

          Lic. Alfonso Rojas Vargas.

          Lic. Gonzalo Castro V.

          Lic. Enrique Solera O.

          Lic. Zeneida Cordero S.

          Lic. Carlos Tassara.

          Lic. Raúl Coto G.

          Lic. Elías Vicente B.

          Lic. Marcelino Coto R.

          Lic. Stanley Villafranca G.

          Lic. Oldemar Chavarría.

          Lic. Gonzalo Morales V.

          Lic. Alvaro Leiva Q.

          Lic. Manuel Grillo O.

          Lic. Fernando Leal Cartín.

 

Miembros ausentes que también se incorporaron para la sesión inaugural:

          Lic. Guillermo Bolaños V.

          Lic. Mario Brenes D.

          Lic. Arnoldo Castro J.

          Lic. Hernán Páez U.

          Lic. José Dejuk Y.

          Lic. Miguel A. Umaña C.

          Lic. Nicolás Fernández P.

          Lic. Juan Bautista Valverde Z.

          Lic. Fernando Guardia S.

          Lic. Manuel Picado Chacón.

Durante sus primeros años de existencia, el Colegio de Microbiólogos se identificó con un escudo del cual no hay referencia de la fecha de su creación, quién lo propuso, en cuál Asamblea General se decidió su utilización, ni datos de su motivación o significado. Este escudo se utiliza hasta el 20 de julio de 1956, fecha después de la cual se sustituye por un escudo muy sencillo en el que la imagen central es sustituida por la palabra SECRETARIA. Sin embargo es en la sesión del 27 de noviembre de 1953 en que por primera vez se hace referencia al emblema que se definirá como oficial del Colegio y que será utilizado en el sello, pero no se hace mención o descripción de este emblema.

Así, el primer emblema del Colegio consistía en varios círculos concéntricos que encierran en el borde la leyenda “Colegio de Microbiólogos”. En el centro de los círculos se ve una lechuza que sostiene entre sus garras dos pergaminos cruzados en equis, y que soporta en su pico la balanza de la justicia.

El 14 de enero de 1952 se lleva a la sesión de Junta Directiva el proyecto del Reglamento Interno del Colegio, elaborado por el Lic. Manuel Picado (Secretario) y el Lic. Arnoldo Castro (Fiscal); se inicia su estudio y modificación hasta que es aprobado y puesto en vigencia en setiembre de 1957.

En marzo de 1953 se discute un importante tema en la Junta Directiva del Colegio: la conveniencia de que siga existiendo la Asociación Nacional de Bacteriólogos, dado que con la creación del Colegio de Microbiólogos y siendo la mayoría de los miembros de la Asociación parte del Colegio, éste asume las actividades y el control del ejercicio de la profesión. Después de una amplia discusión se llega a la conclusión de que el presidente del Colegio no tiene porqué también ser el presidente de la Asociación y que es en el seno de esa agrupación dónde deberá decidirse su futuro. Es posible que la Asociación Nacional de Bacteriólogos se convirtiera después en la Asociación Nacional de Microbiología y Parasitología, a raíz de la creación en 1956 de la Escuela de Microbiología y luego en 1958 su transformación en Facultad de Microbiología, con el Departamento de Microbiología y Parasitología. La declaración de la Escuela en Facultad de Microbiología se realizó gracias a la administración del Lic. Rodrigo Facio Segreda, Rector de la Universidad.

Después de la discusión sobre el nombre de los profesionales en Microbiología en la sesión de 1950, es hasta el 26 de abril de 1954 en que se menciona el cambio en el Código Sanitario Nacional de la palabra “Microbiólogos” por “Microbiólogos y Químicos Clínicos”. Es entonces hasta la fecha en que parece se tiene claro el perfil de los profesionales del laboratorio clínico y que ha continuado hasta nuestros días. Es posible que a partir de esta fecha se cambiara el nombre del Colegio de Microbiólogos a Colegio de Microbiólogos y Químicos Clínicos de Costa Rica, sin embargo no hay referencia de la fecha exacta de esto. Es hasta el año 1957 en que claramente se establece en el artículo VII del Reglamento Interno del Colegio donde se menciona que “El sello y el membrete del Colegio llevará la leyenda: (Colegio de Microbiólogos y Químicos Clínicos de Costa Rica)”.

El Colegio de Microbiólogos en sus inicios no contó con un local propio; sus sesiones de Junta Directiva y Asambleas Generales se llevan a cabo en varias sedes. Entre las que más se mencionan están la Facultad de Farmacia, el Colegio de Médicos y Cirujanos de Costa Rica, la Universidad de Costa Rica (Facultad de Ciencias) y el Laboratorio de Bacteriología del Ministerio de Salubridad Pública.

El primer local que alquiló el Colegio de Microbiólogos para su sede, se ubicó en el edificio de la familia Soto Pacheco, al sur del antiguo Colegio Seminario donde actualmente está el Banco Popular. Esa sede se inauguró el 9 de junio de 1956, bajo la presidencia del Dr. Renato Soto Pacheco y ahí se iniciaron las conferencias científicas. Posteriormente se instaló en los altos de la Farmacia Jara, luego al Sur de Acueductos y Alcantarillados y posteriormente en los altos de la Botica Astorga, en esa misma área. En 1976 se hizo oficial la compra de lo que fue el club “Los Álamos”, actualmente sede del Colegio de Microbiólogos y Químicos Clínicos de Costa Rica.

El escudo actual del Colegio de Microbiólogos y Químicos Clínicos de Costa Rica fue propuesto en agosto 1961. No se indica quién propuso el diseño, únicamente se anota que la Junta Directiva somete a discusión el diseño del nuevo emblema y se dan ocho días hábiles para sugerencias y cambios para que luego sea utilizado oficialmente. Esta iniciativa fue llevada a cabo por el Dr. German Sáenz Renauld, quien ocupaba el puesto de Vocal II en la Junta Directiva, presidida por el Dr. Fernando Montero Gei. De igual forma no hay referencia de ninguna motivación en el diseño del nuevo emblema.

El escudo actual del Colegio de Microbiólogos y Químicos Clínicos de Costa Rica fue propuesto en agosto 1961. No se indica quién propuso el diseño, únicamente se anota que la Junta Directiva somete a discusión el diseño del nuevo emblema y se dan ocho días hábiles para sugerencias y cambios para que luego sea utilizado oficialmente. Esta iniciativa fue llevada a cabo por el Dr. German Sáenz Renauld, quien ocupaba el puesto de Vocal II en la Junta Directiva, presidida por el Dr. Fernando Montero Gei. De igual forma no hay referencia de ninguna motivación en el diseño del nuevo emblema.